Terrazas cubiertas: Tipos de pérgolas

5 enero, 2023

Las terrazas cubiertas son ideales para disfrutar de un buen almuerzo o de la compañía de los amigos. Conseguir una terraza cubierta es posible gracias a la instalación de pérgolas. Disponibles en distintos materiales, este tipo de estructuras generan un espacio más íntimo y protegido, ayudando a separar ambientes en las terrazas.

¿Cómo conseguir una terraza cubierta? Las terrazas cubiertas, sin necesidad de ninguna instalación, suelen ubicarse en los pisos intermedios de los edificios. La mayoría de las terrazas exteriores están situadas en las primeras plantas o en los áticos. La instalación de pérgolas es, por tanto, más habitual en este tipo de espacios. Sin embargo, existen distintas formas de conseguir una terraza cubierta.

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Terrazas cubiertas con pérgolas

Las pérgolas son estructuras fabricadas en distintos materiales y destinadas a separar ambientes en terrazas y patios. Inicialmente construidas en hierro forjado y ancladas al suelo, las pérgolas siempre han servido como merenderos o zonas de ocio para la familia. Siempre relacionadas con las plantas trepadoras, responsables de generar un techo vegetal que aporta sombra, frescor y un lugar en el que relajarse con amigos. Te contamos más sobre los tipos de pérgolas que puedes encontrar en el mercado.

Pérgolas de obra

Generar una terraza cubierta con una pérgola de obra es posible, aunque en función de la planta en la que esté situada la terraza puede ser más o menos recomendable su instalación. Ya sea utilizando materiales de piedra más clásicos o construidas con ladrillos, estas estructuras son sólidas y se mantienen del mismo modo que el resto de la terraza. Una mano de pintura, la poda y dirección de las plantas seleccionadas para dotarla de vida.

Pérgolas textiles

Las pérgolas textiles se anclan en estructuras más livianas e incluso aprovechando la propia estructura de la terraza para conseguir un espacio con sombra y protegido del viento. Velas, lonas de exterior y otros textiles pueden conformar este tipo de pérgolas. Cubrir la terraza con este tipo de pérgola supone limpiar o cambiar el textil cada cierto tiempo. En el mercado puedes encontrar textiles de exterior pensados para climas más fríos, pero también otros pensados para la época veraniega, capaces de dejar pasar algo de brisa y generar sombra al mismo tiempo.

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Terrazas cubiertas con pérgolas de madera

La madera es una de las opciones más seleccionadas para la instalación de pérgolas. El tono rústico que imprime este material a cualquier espacio genera esa sensación acogedora que buscamos en este tipo de construcciones. Como otros materiales, la madera precisa de un mantenimiento adecuado, tratando con barnices para protegerlas de la lluvia, la humedad y el mal clima, pero también del sol.

Pérgolas de caña

Más habituales en las terrazas cubiertas de verano, las pérgolas de caña siguen esa estética rústica y acogedora. Tanto si optamos por materiales como el brezo, el cañizo o el mimbre, su durabilidad es relativa, sobre todo si vives en una zona con un clima muy húmedo y lluvioso. Si vives en un área geográfica de este tipo, tendrás que sustituir los materiales todos los años. Una opción interesante si quieres cambiar la decoración de tu terraza cada primavera.

Terrazas cubiertas con pérgolas bioclimáticas

Las pérgolas bioclimáticas son una de las tendencias actuales con mayor impacto, ya que su instalación consigue mejorar de forma significativa la calidad de vida en la terraza. Fabricadas con perfiles de aluminio y dotadas de lamas retráctiles, son espacios pensados para disfrutar con cualquier tipo de clima. Gracias a su sistema de cierre y apertura, es posible abrirlas y cerrarlas según tus necesidades. Su mantenimiento es más sencillo que con otros materiales y se convertirá en el lugar ideal para toda la familia, en cualquier época del año.

Ventajas de las pérgolas bioclimáticas para terrazas cubiertas

Decidirse a cubrir una terraza con una pérgola bioclimática es más sencillo de lo que parece, ya que pueden instalarse sobre cualquier tipo de estructura, ya sea esta de hierro, aluminio, madera o piedra. La clave de las pérgolas bioclimáticas está en el techo que no suele cubrirse con plantas trepadoras o enredaderas, tal y como se hacía en el siglo pasado. Te contamos más ventajas de las pérgolas bioclimáticas.

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No tienes que hacer obra para cubrir tu terraza

Las terrazas cubiertas con pérgolas bioclimáticas no precisan de obra para su instalación. Dependiendo de cómo sea tu terraza puede que tengas que consultar con un arquitecto, pero la ventaja esencial es que pueden anclarse a la pared, facilitando así su instalación.

Fácil mantenimiento

Las pérgolas bioclimáticas son fáciles de mantener, ya que la limpieza de las lamas que conforman el techo se limpian cómodamente con agua y jabón. Al ser estructuras pensadas para el exterior, no es necesario crear una rutina de mantenimiento, salvo si la pérgola está situada sobre una estructura de madera, caña o hierro.

Un diseño atemporal para terrazas cubiertas

Gracias a su diseño atemporal y elegante, las pérgolas bioclimáticas te permiten decorar el espacio sin ningún tipo de imposición estética. Si la madera o la caña te llevan a una decoración más rústica, en el caso de las lamas y la estructura base es posible añadir todo tipo de elementos decorativos, desde cortinas a celosías, pasando por plantas trepadoras o vidrio.

Control remoto para tu pérgola bioclimática

La tecnología permite el control remoto de tu pérgola bioclimática gracias a la instalación de diferentes sensores capaces de identificar lluvia y cerrar de forma automática las lamas retractiles. El mando a distancia permite abrir o cerrar en distintos grados, aprovechando así la entrada de la brisa de una forma sencilla.

Terrazas cubiertas, un espacio ideal para pasar el invierno

Las terrazas cubiertas dotadas de pérgolas bioclimáticas pueden incorporar cortinas de cristal. Una forma sencilla, sin necesidad de obra, con la que conseguir un espacio perfecto para el invierno. El funcionamiento de las cortinas de cristal permite el cierre total para proteger el espacio de las inclemencias del tiempo, así como abrirlas durante los meses más cálidos para conseguir un espacio totalmente exterior. Un planteamiento que nos ayude a disfrutar más del exterior en invierno con este tipo de estructuras puede marcar la diferencia en cuanto a la calidad de vida en el hogar, potenciando nuevos espacios para el disfrute de toda la familia, a pesar del clima.

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