Convertir una terraza en cocina y comedor es más sencillo de lo que piensas. Con la llegada del buen clima, la terraza se convierte en el lugar favorito de la casa, sobre todo, en zonas de costa. Estar en el exterior la mayor parte del día es uno de los objetivos de la temporada de primavera. Una antesala perfecta a los inicios de la época estival. La gastronomía es una tendencia que no pierde actualidad y se ha convertido en una de las aficiones más habituales. Por un lado, es una actividad entretenida y, por otro, nos ayuda a mantener una alimentación más sana si está bien enfocada.
¿Cómo puedes convertir tu terraza en cocina? En muchas viviendas de Andalucía, sobre todo de costa, es costumbre contar con una cocina exterior que evita el olor de pescado en el hogar. Crear un lugar así en la terraza, puede evitar la entrada de olores, pero también puede facilitar compartir con amigos el mismo proceso del cocinado. Si quieres saber cómo convertir tu terraza en cocina y comedor debes tener en cuenta ciertas cuestiones.
Existe una cocina exterior para cada tipo de terraza. Evidentemente, si quieres convertir tu amplia terraza en cocina y comedor, lo tendrás más fácil que si la tuya tiene las dimensiones justas. Aún así, existen opciones que se adaptan casi a cualquier tamaño.
Sea como sea tu terraza debes tener en cuenta la orientación y el impacto del aire o el sol. Aunque suena idílico preparar tu barbacoa en la terraza y no ahumar tu casa, el viento puede jugarte malas pasadas. También el sol, que será más intenso en primavera y verano, puede ser el motivo para no poder cocinar en la terraza.
Si tu casa tiene una orientación demasiado expuesta a los elementos, tendrás que optar por soluciones tipo sombrillas o simplemente, debes cerrar correctamente las puertas y ventanas para evitar que el humo y los olores entren de forma directa.
Si tu terraza cuenta con un cerramiento de cortinas de cristal dotado de estores solares, podrás decidir qué área de tu nueva cocina cubrir o cuándo hacerlo en función de los horarios. Las cortinas de cristal, en su posición de ventilación, permitirán la salida y entrada de aire continuado. Por otra parte, su sistema de apertura y cierre te permitirá decidir qué hojas de cristal cerrar o abrir para evitar el aire o protegerte del sol.
Si dispones de un techo móvil, también tendrás la opción de seleccionar la mejor posición durante el cocinado, facilitando la entrada y salida de aire, así como protegiéndote en los días de tormenta veraniega.
En cerramientos tradicionales con perfiles de aluminio en realidad tu terraza ya no existe como tal, por lo que una cocina instalada en esta nueva estancia deberá contar con las medidas de seguridad habituales, es decir, por ejemplo, algún sistema de salida de gases, si vas a cocinar con gas natural o bombona. Al fin y al cabo, se trata de convertir una terraza en una habitación por lo que será sencillo estructurar tu nueva cocina en este espacio, aunque no será una cocina exterior.
Lo primero como siempre es tomar medidas y ordenar tu terraza. Si necesitas colocar algún tipo de sombra, ya sea un toldo, pérgola o acristalamiento con estores, puedes aprovechar para retirar todo lo que tengas y empezar a soñar con cómo vas a hacer realidad tu nueva terraza. Ayúdate de lápiz y papel para plantear distintas distribuciones teniendo en cuenta todos los detalles.
A la hora de convertir tu terraza en cocina es importante definir correctamente la distribución del espacio. Piensa en detalles como el aire o el sol, pero también revisa las tomas de luz o determina las medidas concretas a la que debe adaptarse tu nuevo comedor. Puedes dibujar varias opciones. Coloca la mesa en un lateral o céntrala. Ubica el área de cocinado en dos zonas diferentes y valora cuál es la más adecuada. ¿Cuántos comensales entran en tu nuevo comedor exterior? Detalles como estos te ayudarán a generar el espacio ideal. Dedicar un rato a pensar puede ofrecerte la mejor solución para tu terraza y tu estilo de vida.
En la mayoría de hogares, la terraza debe dar cabida a diversas actividades, por lo que también debes plantearte cuáles seguirán realizándose cuando se convierta en una cocina exterior con comedor.
Cocinar suele generar suciedad, por lo que no es mala idea pensar un poco en el suelo y en las paredes. Decidirse por materiales que sean fáciles de limpiar ante grasas y manchas de tomate, puede ser un valor añadido a la larga. Puedes definir un espacio pequeño en el que ubicar este suelo especial, no es necesario intervenir todos los metros de la terraza.
Con las paredes ocurre lo mismo. Si vas a ubicar tu nueva cocina cerca de una pared blanca, es posible que sufra. Colocar materiales para proteger el área de salpicaduras puede ser una buena idea, sobre todo pensando en la estética cuando todo esté recogido y reluciente.
Es una decisión importante saber qué tipo de cocina vas a tener en la terraza. Puedes cocinar en barbacoas, disponibles con o sin humo. También tienes opciones, como las cocinas portátiles de camping-gas, las que funcionan con gas butano o gas ciudad y las eléctricas. Las placas de inducción encastradas en la encimera pueden ser buena opción si dispones de toma de corriente y espacio suficiente. Puedes encontrar tamaños diferentes en el mercado, ya que tendencias como la conversión de furgonetas han generado un sinfín de modelos de pequeño tamaño.
Para algunas personas, una cocina sin horno no es cocina. En este sentido tienes desde electrodomésticos combinados, de pequeño tamaño, hasta hornos portátiles, de barro o kamado, los orientales. En función del espacio podrás optar por diferentes opciones en el mundo del asado.
Elementos como el agua, los cuchillos o el típico bol para preparar la mise en place de tu rico menú son necesarios. Piensa cuáles serán los fundamentales, asegurándote de no duplicar tontamente todos los utensilios de cocina de tu casa.
Si dispones de espacio y puedes colocar un fregadero, no te arrepentirás. Tener una toma de agua cerca no solo te permitirá lavar los alimentos, también podrás lavarte las manos durante el cocinado o añadir agua a tus recetas de forma más sencilla. Si no puedes colocarlo, asegúrate de comprar alguna jarra y un recipiente que puedas utilizar durante tu cocinado.
Haz repaso de pinzas, paletas de madera, lenguas de gato o cualquier otro elemento que consideres necesario. Unos buenos cuchillos, una tabla para cortar o el recipiente para la sal. Ahora lo importante es centrarse en los elementos para cocinar, más adelante podrás valorar los elementos necesarios para servir a los comensales.
Si tienes la suerte de contar con espacio suficiente para colocar una buena encimera, puedes optar por muebles que te sirvan de soporte para la cocina portátil y que al mismo tiempo te solucionen el almacenaje. Si quieres evitar que se estropee, busca materiales que no sean inflamables y fáciles de limpiar para crear un espacio en el que cocinar de forma cómoda.
También puedes optar por un par de mesas colocadas aprovechando la esquina en forma de L. Debes tener en cuenta la altura, ya que unas dimensiones incorrectas generarán problemas para tu espalda mientras cocinas. Tienes trucos para solucionarlo con algunas losetas bajo las patas, por ejemplo. Aprovecha la parte baja de las mesas para colocar el almacenaje que necesites. Ten en cuenta que estás en el exterior a la hora de seleccionar los materiales. La humedad, el sol o el salitre pueden sumarse a las manchas provocadas por el cocinado. Investiga en el mundo de las pinturas y barnices, ya que puedes encontrar una solución para que ese mueble antiguo sea tu nueva encimera.
Ya puedes cocinar, seguramente habrás pensado en qué utensilios usar para traer cosas desde tu cocina hasta la terraza. Ya sabes dónde se colocará todo y cómo vas a seleccionar los materiales para que sean fáciles de limpiar. Llega el momento de pensar en el área de comedor.
Tienes opciones, como la mesa de comedor exterior con las sillas que precises o las que quepan, claro. También puedes decidirte por una zona más informal con una mesa baja y banquetas. Todo depende del glamour que le imprimas a tus celebraciones gastronómicas. Una terraza más lounge pensada para aperitivos, ensaladas y smoothies puede hacerse realidad con una buena tarima de madera de teka, una mesa baja y unos cojines. Si lo tuyo es un buen asado con acompañamiento igual debes seleccionar una mesa alta con sus sillas para montarla con las mejores galas primaverales.
Elijas lo que elijas es importante valorar los materiales o tener en cuenta que los cojines deben guardarse al final de la jornada. Los detalles al final determinarán el confort de tu nueva cocina.
Dentro de los textiles para tu nueva cocina exterior puedes encontrar fibras fáciles de lavar que den ese toque de color que buscas tanto en los cojines como en las servilletas o el mantel. Telas fáciles de lavar y que te permitan decorar de forma cálida tu nuevo lugar favorito de la casa.
No olvides que además de las servilletas, es importante contar con trapos de cocina y bayetas que te ayuden a recoger esa copa de vino que ha caído por despiste. Mantenlos siempre limpios para evitar la aparición de hongos y gérmenes por la humedad y el sol.
No olvides la seguridad. Evita que haya textiles cerca del fuego. Revisa las tomas de corriente o las salidas de gas y asegúrate de guardar todo correctamente para que tu nueva cocina luzca ideal el mayor tiempo posible.